EL MIEDO QUE ATEMORIZA A MILES DE ESPAÑOLES

Irte de vacaciones y encontrarte a un grupo de okupas en la casa de la playa es la pesadilla de todo aquel que posee una segunda vivienda. Que no te pague tu inquilino o que te vayas de vacaciones y te hayan okupado la casa es uno de los temores más comunes de los españoles.

EL MIEDO A LA OKUPACIÓN

miedoLa okupación ilegal tras la modificación de la Ley de Enjuiciamiento Civil goza de un tratamiento especial. El objetivo de esta reforma era agilizar el procedimiento y devolver la vivienda a su propietario lo antes posible, sobre todo en aquellos casos en los que se trate de la única residencia que posee un particular.

Los deshaucios por impago de cuotas suelen prolongarse más en el tiempo, ya que se tienen en cuenta variables como que los procesados se encuentren en riesgo de exclusión social.

Si al regresar a nuestro domicilio habitual descubrimos a un habitante indeseado, lo primero que debemos hacer es hacer una denuncia en comisaría e interponer una demanda en los juzgados. No es necesario identificar a las personas contra las que se dirige la denuncia, sólo informar genéricamente que hay personas que están okupando la vivienda. Tras esto, los acusados tienen un plazo de cinco días para oponerse, es decir, presentar cualquier documento que acredite que pueden hacer uso de la residencia. Si no hay oposición, el juez dictará sentencia firme, sin necesidad de esperar el plazo de 20 días para recurrir.

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okupasPor ello, en el mejor de los casos, recuperaremos nuestra casa aproximadamente en dos meses.

Lo habitual es que no haya oposición, pero no se entreguen voluntariamente, lo que obliga a la autoridad a ordenar el lanzamiento y, desalojar la vivienda por la fuerza, lo que en muchas ocasiones implica rajar la puerta y expulsar a las personas que se encuentren en su interior.

Por lo que la realidad, el proceso no tardará en concluir menos de cuatro o seis meses.

Además, el denunciante tendrá que costearse el procedimiento, gasto que oscila entre los 600 y 700 euros.

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de la Redacción