UN DESAHUCIO CON NOMBRE

Se llama Rosi y hace ya dos años salió del piso en el que vivía junto con sus dos hijos, cuando llevaba dos meses sin poder pagar el alquiler, porque la Renta Básica se le había acabado y los trabajos esporádicos como limpiadora no eran suficientes para pagar una vivienda y cubrir las necesidades básicas de una niña de 14 años y un niño de 11 años.

DESAHUCIO DE UNA VIVIENDA ABANDONADA

mujer desesperadaRosi, mujer, madre y soltera, decidió abandonar junto con sus hijos la casa en la que vivía, antes de abusar de la confianza de su casero, un hombre honrado y, decidió mudarse a una casa semiabandonada, propiedad de la Junta de Extremadura.

La casa hace años pertenecía a una pareja de ancianos que murieron y, su hijo quién convivía con los mismos, se encuentra en la cárcel. La misma se encontraba en una situación lamentable, pero al menos era un techo dónde criar a sus hijos. Ahora que la casa está restaurada y adecentada por la propia Rosi, la Junta se la quiere quitar, para devolvérsela a nadie, porque estaba abandonada.

Ahora esta familia se enfrenta a un posible desahucio por parte de la Administración. Sin embargo, ella ha decidido no rendirse y luchar.

Rosi solo pide que se regularice la situación, que de facto ya está normalizada.

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casa abandonadaSin la ayuda de sus vecinos, reconoce que habría sido imposible soportar la presión que ejerce la Administración sobre ella. Las cartas del juzgado no paran de llegar y, ya son ocho los recursos que ha tenido que presentar con la ayuda de su abogado, desde que se mudó.

No pierde la esperanza y espera ansiosa que se cumpla la promesa de la Junta de construir 800 viviendas sociales.

Si bien, está nerviosa ya que ha sido convocada para un juicio por “usurpación de inmueble” el próximo 10 de marzo.

Este es un caso más de una situación que Amnistía Internacional ha denunciado en repetidas ocasiones, ya que la crisis de la vivienda no ha terminado. La situación es especialmente dramática para las mujeres, por la alta tasa de desempleo femenino o el abuso de los empleos a tiempo parcial entre ellas. Además, debemos tener en cuenta que el 83% de las familias monoparentales están formadas por madres y sus hijos. 

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de la Redacción